¿Qué son la anorexia y la bulimia? (1a parte)
Anorexia y bulimia son trastornos del comportamiento alimentario.
Se estructuran en la adolescencia aunque en la infancia se hayan podido presentar episodios de inapetencia.
Son síntomas de un problema afectivo vinculado al cuerpo, a la historia vital y al deseo.
No podemos pensarlas de forma independiente ya que ambas responden a una problemática similar:
Tanto una como otra ponen de manifiesto el tránsito de una relación madre-hija especular en la que la madre es vivida como único modelo, a una relación abierta en la que tiene cabida el padre, la familia y los personajes impactantes. Esto permite que la adolescente pueda reconocerse a sí misma como única y diferente.
- No hay anoréxica que no tema convertirse en bulímica.
Tenemos tendencia a pensar en la comida como si de un objeto se tratara, cuando en realidad el alimento es algo subjetivo que introduce al niño en un mundo particular de relación con la madre. Muchas madres utilizan la expresión “el niño no me come”, indicando, sin saberlo, que algún aspecto de la relación no funciona. El modo que tiene el niño para expresarlo es cerrar la boca.
Por lo tanto, los trastornos vinculados a la alimentación debemos considerarlos parte de esa relación madre-hija.
Anorexia y bulimia están consideradas patologías de la adolescencia femenina, aunque cada vez son más los chicos que desarrollan trastornos del comportamiento alimentario. Vincular el cuerpo al éxito social y personal es una puerta de entrada a este tipo de problemática.
¿Por qué en la mujer?
Las respuestas no son demasiado precisas en el sentido causa-efecto, pero sí observamos que hay más mujeres que hombres preocupadas e insatisfechas con su cuerpo, y también más mujeres que hombres que deciden iniciar una dieta de adelgazamiento.
- El 90% de las personas afectadas son chicas de entre 14 y 25 años, de clase media y alta, aunque la tendencia es a extenderse a todas las capas sociales.
Sería conveniente distinguir entre cuidarse, que es una actitud saludable, y luchar desesperadamente para llegar a un peso determinado que resuelva “mágicamente” todos los problemas.
La anorexia y la bulimia se estructuran como síntomas en el momento en que las jóvenes se enfrentan a la construcción de su propio modelo de mujer, y la secuencia es la siguiente:
- Rechazo del alimento/atracones compulsivos- vómito- cuerpo delgado- amenorrea negación de la feminidad -no maternidad.
¿Por qué en la adolescencia?
La adolescencia, más que una etapa biológica situada entre dos edades, es un momento en el que se reviven y vuelven a elaborar experiencias anteriores. Lo nuevo no desplaza completamente lo antiguo ni tampoco lo repite, sino que lo transforma y otorga un nuevo significado.
Este momento de tránsito entre la infancia y la edad adulta conlleva una serie de cambios que generan riesgos y peligros.
Uno de los cambios pasa por el cuerpo:
- El cuerpo adolescente pasa a ser un desconocido en la medida en que hace referencia a la sexualidad. Pasan mucho tiempo frente al espejo porque la imagen que les devuelve no se corresponde con la que han ido elaborando durante la infancia.
Muchas adolescentes viven estos cambios con curiosidad y hasta con orgullo (la primera regla), pero una minoría lo vive con dificultades. Perder el cuerpo de niña y tener que aceptar las formas de la carne: pechos, caderas, muslos…les produce rechazo…hasta quedarse en los huesos.
A lo extraño del propio cuerpo, hay que agregar la dificultad para aceptar un cuerpo sexuado con los miedos y las ansiedades que genera.
La adolescencia implica la pérdida y el duelo del vínculo infantil con la madre. Gracias a la ruptura de esta relación que provoca una interdependencia madre-hija de exclusividad, la niña deja de ser la niña ideal y deja de tener unos padres ideales omnipotentes e infalibles.
La búsqueda de identidad en este proceso de crecimiento constituye otra fuente de angustia: la adolescente se mueve entre querer reafirmar su independencia y autonomía y el deseo de ser protegida y cuidada como cuando era niña.
Empieza a preguntarse ¿quién soy? ¿ qué quiero? Y los referentes que tenía hasta entonces -los padres – dejan de serle útiles. Oscila entre el duelo de las identificaciones infantiles y la búsqueda de las nuevas.
Factores desencadenantes:
Factores socioculturales
- En la Edad media los síntomas anoréxicos y bulímicos no se consideraban indicadores de enfermedad sino conductas de santas y brujas.
Lo que se define en un momento determinado como enfermedad depende del contexto cultural. La anorexia-bulimia se convierte en enfermedad a partir del siglo XIX porque el marco intelectual y el esfuerzo clasificatorio de la medicina lo permitieron.
No hay anorexia-bulimia en Etiopía, lo que hay es hambre. Ambos síntomas son reflejo de un “malestar en la cultura” de la abundancia.
Los valores estéticos actuales asocian estar delgado con ser aceptado socialmente y con autocontrol y éxito. Este estereotipo no es una constante, sólo hay que observar las pinturas de Rubens para darnos cuenta de los diferentes cánones de belleza.
El mensaje, cada vez más generalizado desde la sociedad: “haz lo que quieras pero hazlo perfecto”, constituye una presión añadida.
Factores familiares y personales
Las separaciones y pérdidas de diferente tipo; desde el nacimiento de una hermana, con la correspondiente pérdida de lugar ante los padres, hasta la pérdida de un familiar o la separación de los padres, etc.
En el siguiente post ¿Qué son la anorexia y la bulimia? (2a parte) trataremos cómo detectar y ayudar a las personas que sufren estos transtornos.
Eugènia Pellejà Quiñones-Psicóloga especialista en Psicología Clínica. Máster en Psicología per la Université Catholique de Louvain. Psicoterapeuta Psicoanalítica acreditada per la FEAP. Membre d’iPsi Formació Psicoanalítica. Miembro de GRUP.