Del diván y el escenario a las pantallas.

Del diván y el escenario a las pantallas

Col.legi Oficial de Psicòlegs de Catalunya (COPC)

Conferencia del Dr. Raúl Vaimberg (texto completo)

 

 

Introducción

En los últimos 25 años se han producido grandes transformaciones en los medios de comunicación, en las modalidades de comunicación humana, de las relaciones intersubjetivas y de las representaciones que tenemos de nuestra relación con los otros y con nosotros mismos. En 1989, coincidiendo con la caída del muro de Berlín, se crea la WWW (world wide web), medio global de información cuyos usuarios pueden leer y escribir a través de computadoras conectadas a Internet. Esta fecha marca la diferencia entre los denominados nativos digitales o «inmigrantes digitales».

El permanente flujo entre los escenarios virtuales y los presenciales o físicos, se hace evidente en estas nuevas configuraciones comunicacionales, podemos estar conectando con Skype (videoconferencia sincrónica), recibir un WhatsApp, conectar con un foro (foros asincrónicos), intercambiar e-mails, participar en diferentes redes sociales (facebook, linkedin, twitter) estando presentes en diferentes pantallas (televisores interactivos, ordenadores, teléfonos móviles conectados a internet, tablets). Los jóvenes son capaces además de estar conectados en múltiples pantallas al mismo tiempo, relacionarse presencialmente. En los nuevos encuadres psicoterapéuticos, hemos aprendido a combinar sesiones presenciales con: sesiones de psicoterapias online sincrónicas (skype, chats), asincrónicas (foros individuales o grupales, whatts up), textuales, con imágenes, con sonido y con plataformas de creación colaborativa.

La experiencia de familias repartidas por el mundo en las cuales abuelos, hijos y nietos se comunican por skype desde tres continentes comienza a ser habitual. Son experiencias frecuentes las de los pacientes que se trasladan durante semanas o meses por cuestiones profesionales, de estudio o familiares. Comienzan a ser más comunes de lo que se publica las psicoterapias de dos sesiones semanales una por skype y otra presencial o diferente combinación con pacientes que tienen dificultades en su capacidad de trasladarse físicamente o con el tiempo que pueden requerir para llegar al despacho del psicoterapeuta. Últimamente hemos desarrollado psicoterapias grupales online de corta y de larga duración con excelentes resultados. Lo mismo ocurre en grupos de formación, grupos de trabajo, supervisiones y en el desarrollo de investigaciones que pueden fácilmente integrar equipos y bases de datos provenientes de diferentes instituciones o países.

Ya desde hace un tiempo venimos observando claros avances en los resultados obtenidos con pacientes diagnosticados de patologías borderline o trastornos de personalidad, cuando utilizamos encuadres mixtos virtual-presenciales.

Psicoanálisis, neurofisiología, sociología, nuevas tecnologías y arte son los conocimientos que dan fundamento a las Psicoterapias e Intervenciones mediadas tecnológicamente[1] (PMT e IMT). A partir de la extensión del sistema nervioso por las redes tecnológicas esparcidas por el planeta (idea fundamental de Marshal McLuhan[2]), se produce una continuidad de las redes neuronales a través de las redes sociales y una internalización de las nuevas modalidades de comunicación mediada por tecnologías (CMO) en la configuración y arquitectura de las redes neuronales del presente y del futuro.

En cuanto a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación aparecen críticas sobre su capacidad de producir desubjetivización, banalización, hiperconexión y aislamiento. (TED. Sherry Turkle, Connected, but alone? Abril 2012).

Nos preguntamos: ¿podemos encaminar o enriquecer estos nuevos fenómenos de comunicación mediada tecnológicamente en la línea de la intersubjetización, la transformación social, la intimidad y la creatividad? También: ¿estamos frente al desarrollo de una nueva modalidad de totemismo, en el cual el tótem es sustituido por los soportes tecnológicos de la comunicación online y el grupo tribal por la vivencia del continuum experiencial de la vida en el espacio físico y la vida en la pantalla?

El cambio fundamental en el mundo de las comunicaciones ha sido el nacimiento de lo que Manuel Castells[3] ha llamado ‘autocomunicación de masas’. Es autocomunicación porque el emisor decide el mensaje de forma autónoma, designa a los posibles receptores y selecciona a los mensajes de las redes que quiere recuperar. La autocomunicación de masas se basa en redes horizontales de comunicación interactiva que proporcionan la plataforma tecnológica para la construcción de la autonomía del actor social, ya sea individual o colectivo. Aunque, en el teatro global y virtual de internet, si bien los actores son más autores de sus guiones, no está tan claro quien dirige la obra global. Las grandes compañías de software pueden vigilar y gestionar datos y diseñar las plataforma digitales que organizan nuestra comunicación en unos parámetros (imagen, me gusta o no me gusta, publicidad de diferentes productos y servicios integrados en sistemas de comunicación privados y personales).

¿Qué es lo nuevo? pienso que la velocidad y simultaneidad en la transmisión de información a través del planeta genera una nueva fisiología y geografías deslocalizadas espacialmente. En las plazas públicas ubicadas en los nuevos ombligos de la ciudad confluyen virtualmente las aldeas globalizadas.

En la psicología de las masas freudiana la comunicación de masas se organiza en torno a la figura de un líder narcisista y autoritario, aunque aparece la fratria como la forma natural de evolución de la figura de padre todopoderoso. La instalación de la fratria en la estructura social sustituyendo al padre-tótem con el soporte de una infraestructura tecnológica horizontal y facilitadora de autonomía, constituirían las bases de un nuevo totemismo informacional.

Las nuevas transformaciones sociales se producen en un híbrido de ciberespacio y espacio urbano, es lo que Castells denomina el espacio de la autonomía (movimientos sociales iniciados en el ciberespacio y cristalizados en plazas urbanas de alto contenido simbólico como la Plaza Catalunya o la Plaza del Sol en el reciente movimiento de los indignados o la plaza Tahrir en el Cairo).

En las transformaciones producidas en psicoterapia, el ciberespacio es un hibrido virtual-presencial. Los movimientos suelen comenzar en las redes virtuales, pero se convierten en momentos transformadores al ocupar el espacio físico de la relación terapéutica presencial. Y viceversa, los movimientos iniciados en la relación terapéutica presencial, se internalizan en el espacio virtual, cercano al espacio interior, siempre que no esté saturado de información.

 

Porque el interés en las psicoterapias e intervenciones mediadas tecnológicamente?

Definimos como psicoterapias o intervenciones mediadas tecnológicamente a aquellas que respondiendo a los objetivos de la psicoterapias o de las diferentes intervenciones en salud mental lo hacen utilizando las tecnologías de la información y la comunicación (TICs)[4]. Son los pacientes los que me han ido llevando por este apasionante camino, enseñándome lo que había que hacer, cómo y cuándo. Vivimos en un espacio mixto online presencial, los más jóvenes lo viven con mayor implicación, probablemente con mayor habilidad para discriminar la pertinencia de cada uno de los encuadres posibles, aunque también con mayores riesgos agregados. Actualmente en salud mental pública, creo que las intervenciones mediadas tecnológicamente en el campo de la prevención, la atención y la organización, constituyen los recursos con mayor capacidad de acceso y menor coste económico con los que podemos contar.

Me pregunto cómo serán las psicoterapias dentro de 10 años y creo identificar en estas nuevas modalidades de intervención los reflejos del futuro. Los niños y los jóvenes viven activamente en las pantallas ¿será parte de nuestra responsabilidad acompañar estos procesos de transformación, cuidando, aportando y aprendiendo de ellos?

 

¿Cuáles son las transformaciones en el encuadre de las psicoterapias online?

El traslado del diván y del escenario a las pantallas merece algunas reflexiones. Especialmente la redefinición del encuadre espacial y temporal, así como la estructura de la intersubjetividad. En primer lugar, vivimos un proceso de fuga del diván y de la palabra a la acción, una acción contra el cuerpo, destructiva o tóxica. Por otro lado la reproductibilidad tecnológica y la fragmentación y saturación de información, desubjetivizan y restan sentido a los escenarios que sufren una pérdida de espesor de significado y de capacidad representacional. Un buen ejemplo de ello nos lo relata en esta pequeña viñeta el director de cine Steven Soderbergh[5]

“En un vuelo entre New York y Burbank que duraba cinco horas y media, mi vecino de asiento estuvo mirando en una pantalla media docena de acciones a las cuales les había eliminado todo tipo de diálogos y narraciones. Repetía indefinidamente esta secuencia sobre temas extravagantes, mutilaciones y pornografía”.

Las psicoterapias e intervenciones mediadas tecnológicamente intentan recuperar en la pantalla el discurso, la intersubjetividad y la capacidad de transformación y si el discurso ha sido eliminado intenta crearlo. Decía hace unos días un paciente joven, aislado e hiperconectado a la pantalla:

“Para mí la experiencia es vivida en múltiples fragmentos, que cambian rápidamente como a golpes y siento un tremendo desgano”. Se le propuso además de una sesión semanal presencial, publicar un post diario en un foro textual bipersonal creado específicamente para tal situación terapéutica.

En cuanto a los juegos de ordenador adquieren dimensiones impresionantes. Existen diferentes modalidades de juegos, solitarios, online, con temáticas diversas que estimulan la inteligencia o la destructividad. Comentaba recientemente un adulto joven sobre su experiencia con los juegos desde hace 25 años:

«Combaten el aburrimiento y la soledad, pero llega un punto en que te aíslas y sientes malestar. Son tan fuertes como las drogas, en relación al sexo es diferente, pero cuando estás jugando no necesitas nada más».

En relación al tema de la conexión y el aislamiento Sherry Turkle dice: «Se termina aislado si no se cultiva la capacidad de estar solos, la habilidad de estar separados, de estar con uno mismo. La soledad es donde uno se encuentra a sí mismo de modo que uno pueda llegar a los otros y formar afectos reales. Si no tenemos la capacidad de estar solos, acudimos a otros para sentir menos ansiedad o para sentirnos vivos. Cuando esto sucede, no podemos apreciar quiénes son».

Sobre el tema de los videojuegos pensamos que hemos dejado casi todo el espacio y la iniciativa a las empresas desarrolladoras de videojuegos que se centran en los beneficios económicos que obtienen. Creemos que, en este campo, en cuanto a las posibilidades de generar aplicaciones en educación y en intervenciones socioeducativas y psicosociales, está casi todo por hacer.

Observamos el ‘sentimiento de extrañeza’ delante del aparato, tal como lo describe Pirandello, es en sí del mismo tipo que la extrañeza del hombre delante del espejo, aunque ahora el espejo puede ser trasladado al público. El que ahora denominamos ‘espejo tecnológico’ es el producido por las pantallas conectadas por Internet y con unas características especiales: reproductibilidad tecnológica de texto, imagen y sonido, capacidad de memoria y autoedición, funcionamiento como hipertexto[6] (foto 8) y en red a nivel global. El espejo tecnológico a partir de sus características de hipertextualidad y dependiendo del uso que se haga de él, puede favorecer el tránsito desde el narcisismo hacia la relación con el otro y la conexión entre el mundo interno y el mundo externo, permitiendo nuevas formas de construcción y creación colectivas.

En cuanto a la ‘reproductibilidad técnica’ Walter Benjamin[7], en 1936, analiza las transformaciones sufridas en el arte a partir de la reproductibilidad tecnológica de la obra y especialmente en las transformaciones acontecidas en el pasaje del teatro al cine. Comenta que uno de los riesgos que genera es el de la estéril copia del mundo exterior. En la psicoterapia online, uno de nuestros desafíos es que las producciones e intercambios de producciones adquieran características de intersubjetividad, intimidad y creatividad.

Antiguamente, en la era preinternet, el que la obra fuera mostrada por un aparato, resaltaba la importancia del montador de la obra; el actor, a diferencia del teatro perdía en parte la posibilidad de adecuar su interpretación al público. En la era de Internet es posible realizar una autoedición o montaje de la obra y la comunicación persona a persona recupera la posibilidad de que el discurso sea regulado por la presencia del otro. Sin embargo la reproductibilidad tiene sus peculiaridades, por ejemplo en las sesiones por skype, la presencia del punto de vista de la cámara produce un montaje visual que quita relieve a las posibilidades de comunicación (para que el otro perciba nuestra mirada, debemos mirar a la cámara del ordenador en lugar de mirar a los ojos del interlocutor en la pantalla), por otro lado la posibilidad de la presencia de la propia imagen en la pantalla altera de una manera extraña la comunicación.

Como dice Walter Benjamin hablando de cine, el público es un examinador, pero un examinador distraído, así también podríamos describir a algunos de nuestros jóvenes pacientes hiperconectados a las pantallas, llevemos a este público, en la psicoterapia online, a una posición de actor participante atento a las emociones.

Describamos alguna de las transformaciones acontecidas en el espacio y el tiempo en el ciberespacio. Si estudiamos la percepción del espacio a través del análisis de la arquitectura de las ciudades a lo largo de la historia podemos observar que: en época de los griegos el amor discurre por la superficie del cuerpo, cuyo valor es paralelo a las superficies del espacio urbano. Postulaban la existencia de un vínculo erótico entre el ciudadano y la ciudad y una analogía directa entre cuerpo y edificio. En Roma las ciudades se estructuraban por relaciones geométricas, principalmente las simetrías bilaterales, una ingeniería lineal, una orientación clara y precisa del espacio (probablemente motivado por la necesidad de control de un gran imperio de difícil estabilidad). Del 500 al 1000 d.C. abadías y monasterios aislados y provistos de murallas ofrecían refugio, los señores feudales ofrecían protección a cambio de una servidumbre perpetua.

Williams Harvey en 1628, realiza una serie de descubrimientos sobre la ‘circulación de la sangre’, inaugurando una revolución en la concepción del cuerpo. Las nuevas ideas coincidieron con el nacimiento del capitalismo moderno. Adam Smith supuso que el mercado libre de trabajo y de bienes operaba de una manera muy semejante que la circulación de la sangre por el cuerpo y con unas consecuencias revitalizadoras muy similares. Los planificadores urbanos trataban de convertir a la ciudad en un lugar con arterias y venas fluidas en las que las personas circularan cómo saludables corpúsculos sanguíneos.

A partir de la Revolución francesa, la visión de la fraternidad en las relaciones humanas, se expresaba como carne que toca carne; la visión de la libertad en el espacio y el tiempo se expresaba como un volumen vacío. En lugar de la pesadilla de una masa de cuerpos corriendo juntos sin control por un espacio sin límites, como temía Le Bon, la revolución mostró como las multitudes de ciudadanos se apaciguaban cada vez más en los grandes volúmenes abiertos donde la revolución escenificaba sus acontecimientos públicos más importantes.

Sin embargo, cuanto más cómodo se encontraba el cuerpo en movimiento, tanto más se aislaba socialmente, viajando solo y en silencio. La silla y el café constituían un nuevo espacio de pasividad, individualidad y comodidad. La calle, el ferrocarril, el metro y el autobús se convirtieron en lugares en los cuales predominó la mirada sobre el discurso. Calefacción central, iluminación interior, aire acondicionado, eliminación de desperdicios, aíslan a los edificios del entorno (Richard Sennett, discípulo de Michel Foucault, 1997[8]).

El ciberespacio, recoge estas características de un espacio vacío y de libertad, pero también de un cuerpo cómoda y estáticamente ubicado delante de la pantalla, aislado del espacio físico. Creo que esta es la contradicción con la cual nos toca trabajar en las Psicoterapias e intervenciones online. Aunque siempre se reactivan, tal vez mas en las sesiones presenciales, las estructuras inconscientes del cuerpo y del espacio que hemos recorrido a lo largo de la historia de la cultura.

Necesitamos crear un espacio fluido que se traslada permanentemente entre el espacio físico y el ciberespacio generando procesos diferentes de elaboración, estos procesos requieren espacios-tiempos holgados y prolongados. En los intersticios de la nueva situación virtual presencial conseguimos encontrar momentos, a veces efímeros, otras que requieren un trabajo prolongado para construir un discurso intersubjetivo.

Los nuevos espacios terapéuticos de pacientes que se desplazan geográficamente o de pacientes con modalidades psicopatológicas específicas o de edades juveniles, requieren sesiones de psicoterapia presenciales combinadas con otras con skype, foros, chats o whats app y plataformas de creación colaborativa, tanto en las modalidades individual como grupal o familiar.

El espacio ‘deslocalizado’ permite coincidir en la pantalla estando ubicados en diferentes espacios del planeta y también en diferentes tiempos (asincronía y sincronía en la comunicación).

El espacio ‘fluido’ que utilizamos en los entornos virtual-presenciales requiere una conceptualización de un espacio que se traslada de la virtualidad a la presencia y de la presencia a la virtualidad atravesando diferentes pantallas y escenarios. En la pantalla se produce un continuo entre el espacio interior y el espacio exterior (la pantalla es un espacio transicional interior-exterior, realidad-fantasía, yo-otro).

El tiempo es ‘atemporal’ en el texto y en la imagen digitalizados y registrados en la memoria del ordenador. Pasado presente y futuro pueden editarse o re-editarse de diferentes maneras.

En resumen, las características de este nuevo encuadre son: tiempo atemporal y espacio deslocalizado y fluido que implican un diferente tipo de conciencia y de mecanismos de elaboración. Espacio vacío y de libertad, cuerpo cómoda y estáticamente ubicado, sentimiento de extrañeza y características de espejo tecnológico.

 

Sobre la importancia del inconsciente en el ciberespacio

Para Freud (Lo inconsciente, cap. V) los procesos pertenecientes al sistema inconsciente (Inc.) poseen las características del procesos primario (condensación y desplazamiento). Los procesos se hallan fuera del tiempo, no sufren modificación ninguna por el transcurso del tiempo y carecen de toda relación con él. Los procesos del sistema carecen también de toda relación con la realidad exterior sustituida por la realidad psíquica. Se hallan sometidos al principio del placer y su destino depende exclusivamente de su fuerza y de la medida en que satisfacen las aspiraciones comenzadas por el placer y el displacer. Estas características de la instancia inconsciente del aparato mental no difieren significativamente de las del ciberespacio.

De cualquier manera en el proceso psicoanalítico el trabajo de hacer consciente lo inconsciente depende de la interpretación o análisis que los participantes del proceso analítico puedan hacer del material volcado en el análisis. Lo que vemos en la pantalla del ordenador sería equivalente a la producción onírica, la elaboración que realizamos con el paciente sería equivalente al proceso de análisis del sueño.

 

¿La transferencia en este tipo de comunicación terapéutica?

En los entornos online la noción del analista como pantalla en blanco, sobre la cual el paciente proyecta contenidos de su pasado, es sustituida parcialmente por la pantalla del ordenador. La pantalla de ordenador se erige como un espacio transicional que dará lugar a diversidad de proyecciones determinadas por las características de personalidad de los participantes conectados, así como las características de los grupos conectados online.

La pantalla en blanco es capaz de funcionar inconscientemente como un espacio materno, se observaron dos grandes modalidades: 1) espacio materno nutricio, un espacio que acoge, está presente y alienta la fantasía de que con seguridad alguien aparecerá allí y dará respuesta a nuestro mensaje, 2) espacio materno indiscriminado que impedirá la conexión con el ciberespacio ya que será vivido como una experiencia de abandono, agorafóbica o claustrofóbica, generando la inmediata desconexión del espacio o por el contrario la impulsiva depositación de contenidos que permitan comprobar que deja de estar vacío.

La pantalla ocupada suele funcionar como espacio paterno, observándose dos grandes grupos de modalidades: 1) espacio paterno proveedor o protector que permite vivenciar el espacio de comunicación como aquel en el cual se abren posibilidades de generar encuentros, intercambios de información, producciones en colaboración, 2) espacio paterno hipercrítico o agresivo generador de la vivencia de imposibilidad de escribir o de imposibilidad de leer los contenidos del espacio virtual, la posibilidad de recibir una crítica desmesurada o la peligrosidad de que el registro de la información volcada quede fuera de control y con la imposibilidad de ser borrada. La lectura de los contenidos puede generar un colapso frente a la dificultad de la responsabilidad de tener que dar respuesta a todos los mensajes recibidos, ya que el valor de la palabra escrita adquiere fuerza de ley y de hiperresponsabilidad.

Sobre la pantalla en blanco y la pantalla ocupada también podrán funcionar las proyecciones inconscientes de una fratría: 1) una fratría que genera la posibilidad de un encuentro solidario y de apoyo mutuo, 2) una fratria peligrosa en la cual se produce una paranoidización del espacio virtual, con competitividad extrema, denigración, manipulación o exclusión del otro, divulgación de contenidos personales y utilización de los aspectos vulnerables para generar dolor; apropiación y sustitución de la identidad del otro.

Los fenómenos transferenciales observados en los foros terapéuticos grupales presentan características similares a los observados presencialmente y algunas características particulares vinculadas a que, en general, los foros psicoterapéuticos online presentan una mayor intensidad de fenómenos transferenciales laterales y una menor intensidad de fenómenos transferenciales sobre la figura del terapeuta que son desplazados sobre el grupo y particularmente sobre las características inconscientes proyectadas sobre el espacio virtual anteriormente descriptas. Estos fenómenos se observan especialment si los encuadres de trabajo terapéuticos son de características mixtas (online-presenciales) y duraderos.

En pacientes diagnosticados de psicosis los foros online adquieren con cierta facilidad características delirantes o con alteraciones significativas de la cohesión de la identidad. En los foros online mixtos (online-presenciales) en los cuales se presenta una oscilación entre entorno presencial y entorno virtual hemos observado complejidades en ambas direcciones, espacios transferenciales presenciales que estabilizan y reparan los fenómenos transferenciales online y viceversa fenómenos transferenciales online que estabilizan y reparan fenómenos transferenciales presenciales.

Si consideramos la experiencia emocional como una de las manifestaciones fundamentales del fenómeno empático, sin duda, en la comunicación online se producen experiencias emocionales de características e intensidad diversas. La ausencia de contacto es una, si no la más importante, de las limitaciones de la comunicación online. Esta ausencia de contacto directo requiere cierto aprendizaje para atenuar las posibles ambigüedades del lenguaje desprovisto de su connotación gestual y no verbal y de la modulación permanente que la copresencia ejerce en la cadena comunicacional. Sin embargo, esta ausencia de presencia directa, la simplificación de la multimodalidad del lenguaje y el retardo en el intercambio comunicacional entre un mensaje y otro, pueden ser de gran utilidad para facilitar la comunicación en situaciones de gran contenido emocional, como por ejemplo, en la emergencia de la sexualidad o de la violencia, favoreciendo los mecanismos de elaboración y de sublimación.

Las característica de virtualidad de los foros permiten que las personas proyecten en él sus miedos o problemáticas aunque de una manera fragmentada; existe la posibilidad de desarrollar distintos yoes o fragmentos del yo en el ciberespacio, en diferentes foros o utilizando diferentes nicks. Las diferentes modalidades del espacio tecnosocial en cuanto a las características sensoperceptivas del dispositivo facilitan la expresión de diferentes posibilidades del yo. Esta fragmentación puede significar nuevos aspectos defensivos protectores o enriquecedores del yo o bien el levantamiento de la represión y la expresión de aspectos agresivos, destructivos y desintegradores del mundo interno.

La experiencia emocional en los foros virtuales incluye momentos de gran intensidad emocional, requiere aprendizajes nuevos para evitar los efectos nocivos de la fragmentación del yo. Por ejemplo, ha sido beneficioso el utilizar un lenguaje escrito preciso y explicativo, aveces recurriendo a la espontaneidad y otras a una lectura y relectura de los mensajes antes de ser enviados. Ha sido de gran utilidad el comunicar con palabras lo que se ha sentido en el foro, igualmente, aprovechar los espacios presenciales para elaborar las vivencias del foro.

A pesar de la rapidez de las transformaciones descriptas y el desconcierto e inquietud que generan en los profesionales de la salud mental, en los pensadores sociales, en los educadores y en los padres, en este artículo intentamos transmitir una profunda esperanza en el futuro de la psicoterapia y de las intervenciones online así como de las nuevas generaciones mejor conectadas a través de las tecnologías.

 

Bibliografía

[1] Vaimberg, R., (2012). Psicoterapia de grupo, psicoterapia de grupo online: teoría, técnica e investigación. Barcelona: Octaedro.

[2] McLuhan, M., (1983). El Medio es el mensaje, Barcelona: Paidós.

—, 1996.Comprender los medios de comunicación, Buenos Aires: Paidós.

[3] Castells, M., (2012). Redes de indignación y esperanza. Madrid: Alianza Editorial.

[4] Vaimberg, R., (2005). Psicoanálisis y sociedad de la información. Intercambios, 14, 63-7.

—, (2010). Psicoterapias tecnológicamente mediadas (PMT). Estudio de procesos y microprocesos a partir de participación online (Tesis doctoral). Archivos TDX. http://www.tesisenxarxa.net/TDX-1019110-140640/

—, (2012). Bases de la psicoterapia e intervenciones online. Intercambios, 28, 63-79.

[5] Steven Soderbergh, Apri, 2013. At the 56th San Francisco International Film Festival. http://www.deadline.com/2013/04/steven-soderbergh-state-of-cinema-address/).

[6] El hipertexto es un documento electrónico leído en una pantalla que permite crear asociaciones entre diferentes autores, instancias y formas de texto como: oral, escrito, imagen, video, fotografía, sonidos, gráficos. Diversos textos pueden aparecer en la pantalla simultáneamente, pudiendo el lector realizar una edición propia o una interpretación activa y personal del hipertexto.

[7] Bejamin, W., (2011). L’obra d’art a l’època de la seva reproductibilitat técnica. Barcelona: Llibres a l’Abast

[8] Sennett, R., (1997). Carne y Piedra. El cuerpo y la ciudad en la civilización occidental. Madrid: Alianza Editorial.

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