Conferencia Inaugural del 43 Symposium de San Sebatian de la SEPTG (Sociedad Española de Psicoterapia y Técnica de Grupo)
Rol, acción, creatividad y nuevas tecnologías
como herramientas grupales de transformación
Raúl Vaimberg
Resumen
Vivimos una época apasionante debido a las profundas transformaciones sociales y culturales, tecnológicas, de los modelos de información y evidentemente de la necesidad de transformación de los formas de intervención en salud mental.
Se desarrollan algunos conceptos considerados significativos en el marco de las intervenciones grupales: el rol y la acción enmarcados en una teorización sobre la escena construyen un puente entre la psicología social y la psicología individual. La acción en psicoterapia requiere revisar la diferencia entre los conceptos de acting out y acción específica o acción a través del rol y plantea una modificación del punto de mira tanto en la observación clínica como en el desarrollo de métodos de intervención. El desarrollo de la creatividad constituye otra de las herramientas, antiguas y actuales que se propone introducir a través del trabajo grupal, psicodramático e interdisciplinar. Las tecnologías son revisadas desde sus usos de riesgo y beneficio en la salud mental y en el campo de generación de nuevas metodologías psicoterapéuticas.
Introducción
Describimos algunas de las herramientas de que nos valemos en los grupos para generar procesos de transformación: rol, acción, creatividad y nuevas tecnologías.
¿Qué es transformación y qué es un grupo?
La palabra transformar está formado por la voz latina forma cuya raíz hace referencia a la figura o imagen y por el verbo transere cuyo concepto indica transitar, ir al otro lado. Su significado literal es ‘ir al otro lado’ de la figura o imagen lo que implica un cambio, de allí su significado como metamorfosear, mudar la forma.
¿Qué es un grupo de psicoterapia? A partir de coincidencias que encontramos en las definiciones de diferentes autores en el campo de la psicología dinámica llegamos a la siguiente definición: El “grupo” es un espacio de relación y un transportador y transformador de representaciones eficaz en el proceso de construcción del sujeto. En este proceso va atravesando y posibilitando situaciones dilemáticas, entre un grupo interno y un grupo externo, que en su juego dialéctico perfila un sujeto con posibilidades de encuentro y diferenciación con el otro, de remodelación de su repertorio de mecanismos defensivos y de una nueva experiencia de subjetivación psicológica y social.
Para Bion (1972) los procesos de transformación se producen cuando a partir de un campo de amapolas, un pintor realiza una primera transformación a través de la acción de pintarlo y una segunda transformación que es la pintura del campo de amapolas sobre un lienzo. Nosotros agregaremos que además existe un espectador que observa esta escena.
Si trasladamos esta reflexión al campo de lo grupal podemos considerar que el campo de amapolas equivale a la realidad social, el pintor es el grupo que realiza una serie de acciones con las cuales representa la realidad social y el lienzo pintado significa la nueva representación de la realidad social que surge a partir de las transformaciones intersubjetivas que se producen en el grupo. Por último el espectador de este proceso es el propio grupo y otros grupos que observan las producciones del primero.
Roles y acción
La teoría de los roles posibilita un puente entre la psicología individual y grupal. ¿Qué es primero el yo o los roles? Para Moreno los roles son previos a la emergencia del yo, en un extremo de esta concepción podemos considerar al humano como un animal escénico, un animal capaz de escenificar, generar un espacio ficcional en el cual ocurren acciones entre actores frente a un espectador o un público que observa la escena. Desde otra perspectiva los roles permiten establecer un puente entre el mundo interno y el mundo externo a través de una acción específica. A diferencia del acting out, la acción específica implica la existencia de un espectador de la acción, un espectador interno o internalización del observador social o público de la escena social. En ambas perspectivas (sociopsicológica o psicosocológica) estos espectador reales o internalizados son elementos fundamentales de los procesos de transformación ya que otorgan sentido a la acción al incluirla en una cadena de significaciones que pasa a través de los otros en una secuencia telescópica de escenas dentro de otras escenas que posibilitan que en cada traslado entre escenas se produzcan nuevos procesos de transformación.
Veamos estas diferentes posiciones en cuanto a la teoría de los roles en un fragmento de una obra clásica en la cual Romeo y Julieta se besan: la formulación clásica sería que Romeo ve a Julieta, la desea, acciona, se acerca y la besa o le dice algo para seducirla; desde otra perspectiva los labios de Romeo y de Julieta se encuentran y se ponen en acción o los labios de Julieta desean ser besados por los de Romeo, por último vemos una tercera posibilidad, un grupo se expresa a través de los labios de Romeo y de Julieta que en el acto representan una historia y una necesidad colectiva. La ‘puesta en escena’, a través del desempeño de roles y de la acción, requiere de una buena definición de sus elementos constitutivos así como de su historia y la consideración de los aspectos inconsciente de la escena a partir de la otra escena que siempre alberga detrás o al otro lado de una escena (Mannoni, 1990). Planteada de esta manera, la puesta en escena, irrigada por unas nítidas hipótesis dramática y terapéutica, conforma una potente herramientas de transformación y construcción de la subjetividad. Dos actores, Romeo y Julieta, desarrollan una escena romántica en un tiempo histórico determinado, están en Verona, es de noche, Romeo ha subido por una escalera al balcón de la casa de Julieta y allí se besan, la hipótesis dramática desarrolla esta situación que tiene un subtexto que incide sobre la escenificación: las familias de Romeo y Julieta están en conflicto. La historia tiene un final trágico ¿es posible a través de una hipótesis terapéutica transformar esta historia y cómo?
Acting out y acción
El concepto de ‘acción específica’ introducido por Freud en sus primeros trabajos es poco usado posteriormente por él y sus seguidores. La inclusión del término acting out, como forma de resistencia, invadió el campo teórico y clínico y, a diferencia del concepto de acción específica, tendió un manto de desvalorización de la acción en general. Opuesto al de acting out surgió el término insight, que hace referencia a una visión interna, momento de novedad, de creación, de apreciación de la solución de un problema. En psicodrama el ‘insight dramático’ ocurre durante la acción y como producto de la integración de diferentes partes del individuo y de las nuevas maneras de relación con los otros. Se integran los procesos de acción y de elaboración en el procedimiento psicodramático principal: el insight dramático que se produce a partir de la catarsis de integración.
Para Freud la transferencia es una forma de recordar y el acting out es una forma de no recordar ¿Qué tipo de acción es la transferencia que la diferencia del acting out? Desarrolla estos conceptos en «Recordar, repetir y elaborar», donde introduce la idea de repetición para dar cuenta del concepto de transferencia.
Con la nueva técnica del análisis de la resistencia, el analizado no recuerda, en general, nada de lo olvidado y reprimido, sino que lo actúa. No lo reproduce como recuerdo sino como acción; lo repite sin saber desde luego que lo hace. O sea que por momentos, Freud homologa transferencia a acting out mientras que otras veces parece discriminarlos.
Pero, para Freud, termina primando la idea de que el acting out puede ofrecer al analista una valiosa información del paciente aunque también, al ser muy difícil de manejar con el método psicoanalítico, recomienda tratar de restringir el acting out lo más posible por medio de la interpretación analítica o tratando de recurrir a las no muy analíticas prohibiciones.
¿Cuál es la diferencia entre acting out y acción? El concepto de acting out masivo es descrito por León Grinberg en el Congreso de Copenhague (1967), donde discutió con Anna Freud su significado, relacionándolo con la irracionalidad, la regresión y la búsqueda de la descarga a través de la identificación proyectiva en pacientes narcisistas que mantienen una relación idealizada en la cual alternan la admiración, la envidia y la denigración. Este tipo de relación es muy lábil y entra en crisis ante cualquier tipo de experiencia de pérdida o frustración. Para Grinberg este tipo de acting out es como un sueño dramatizado y actuado durante la vigilia, como un sueño que no pudo ser soñado.
Para Heinz Hartmann (1953) toda acción nace del yo y tiene siempre un objetivo. De modo que el reemplazo de la respuesta motora por acciones organizadas es una parte esencial del desarrollo del yo. Define una acción como racional cuando tiene en cuenta los objetivos y la realidad que deben alcanzarse, sopesando al mismo tiempo las consecuencias y los medios disponibles.
Lebovici participó en el Congreso de Copenhague distinguiendo, por un lado, el acting out como una forma especial de compulsión a repetir y, por otro, el juego como método infantil de elaborar las fantasías, portando un componente simbólico y elaborativo. Ekstein y Friedman (1966) proponen una interesante graduación en los estadios del desarrollo mental que comienza en la acción inmediata, sigue con la acción juego (play action), pasa por la fantasía, la actuación de juego (play acting) y llega a la demora en la acción y la dirección adaptativa.
En resumen, reservamos la expresión ‘acting out’ para las acciones que, o bien dificultan la comprensión a través de la actuación irracional, o bien perpetuán la omnipotencia, la irracionalidad y el narcisismo. Con ‘acción’, ‘acción específica’ o en psicodrama ‘acción a través de un rol’, nos referimos a una forma de comunicación natural, una acción organizada que favorece la comunicación, reconoce la relación con el otro y la existencia de un tercero, espectador de la escena representada. La acción también es un modo de intervención psicoterapéutica que en psicodrama favorece el autoconocimiento, el encuentro con el otro y la creatividad.
El acting out es de alguna manera una repetición de una acción y la acción específica o simplemente ‘acción’ tiene las características de una representación y, como tal, no es solo repetición ya que incluye el aquí y ahora, la presencia de otro y la presencia de un tercero observador de la escena.
El acting out es un recurso defensivo que se opone a la realización de la tarea terapéutica, mientras que la acción es un recurso de comunicación natural, que además asienta en las formas originales de comunicación temprana, previas a la emergencia de la palabra. Por último, a diferencia de Hartmann, pensamos que no siempre la acción queda marcada por un objetivo y por la realidad y sus consecuencias, muchas otras veces es simplemente una manera natural de comunicación y de expresión emocional.
Creatividad
La espontaneidad y la creatividad constituyen dos de los conceptos fundamentales de la teoría moreniana. Espontaneidad (del latín sua esponte. Desde dentro) es para Moreno la respuesta adecuada a una nueva situación o la nueva respuesta a una situación antigua. La espontaneidad es una especie de inteligencia que opera en el aquí y ahora. La elección, la percepción y el papel han de funcionar espontáneamente para corresponder a las exigencias de la situación presente, en continuo cambio. La espontaneidad actúa en el presente, aquí y ahora.
El síntoma psicológico es una manera repetitiva de enfrentar los conflictos sin obtener resultados favorables. Una de las formas de entender el origen del sufrimiento mental es por un déficit de la espontaneidad necesaria para emprender creativamente el esfuerzo del vivir. Repetir es parte del proceso de aprendizaje pero la repetición requiere la posibilidad de que en cada repetición aparezca la capacidad de transformación de la experiencia vivida. Transformar significa deshacer lo conocido para poder unirlo de otra forma. La destructividad y la constructividad son distintas maneras de relacionarse con la experiencia vital que establecen un equilibrio en el psiquismo, en las relaciones humanas y en la sociedad, cuando este equilibrio se pierde aparece la enfermedad y lo más terrible de lo humano. En síntesis, pensamos que en los problemas de salud mental existe un déficit de la energía espontanea ‘factor E’ que facilita la aparición de comportamientos repetitivos, formas reiteradas y erróneas de enfrentar la solución de los conflictos, con mayor o menor conciencia del proceso. El desarrollo de la energía espontanea y de la creatividad son actividades preventivas fundamentales en el campo de la salud mental.
Muchas veces ante dificultades de tipo psicológico hemos observado resoluciones a partir de realizar una actividad creativa como la danza, la expresión corporal, el teatro, la música, la pintura, el deporte, la escritura, la investigación. Evidentemente toda actividad que estimula las capacidades sublimatorias del ser humano puede producir estos efectos beneficiosos para la salud mental y creemos que dada su potencialidad es deseable el trabajo interdisciplinar con trabajadores del campo de la creatividad. Los psicoterapeutas podemos agregar el conocimiento de la psicología normal y patológica y de métodos de transformación psicológica a partir de las diferentes psicopatologías.
La psicoterapia psicoanalítica recupera las posibilidades de la espontaneidad a través de la estimulación de la llamada asociación libre por parte del paciente individual (el paciente tendido en el diván o sentado cómodamente en el sillón, permite que sus ideas broten espontáneamente, sin ninguna inhibición o corrección voluntaria), en los grupos de psicoterapia la asociación libre grupal o el co-pensamiento producen el mismo resultado. La atención flotante por parte del terapeuta que escucha sin privilegiar ningún elemento del discurso del paciente y dejando obrar su propia actividad inconsciente (Freud, 1996) también favorecen los procesos de desarrollo de la espontaneidad. En el psicodrama la espontaneidad se desarrolla a través del proceso de la puesta en escena en el escenario terapéutico psicodramático, paciente y terapeuta activan un proceso de asociación de imágenes y de actos para producir escenas que permitan conocer e integrar partes de sí mismo.
El adentrarnos en estos procesos creativos suele requerir un guía interior o exterior; otra manera de expresarlo es que, necesitamos de un público que de forma imaginaria o real, esté dispuesto a escuchar o participar de nuestras creaciones, y en caso de que sea necesario, que cuide a la distancia adecuada, que se mantenga el equilibrio entre la creatividad y la destructividad humanas. El billete de vuelta de la locura o del sufrimiento psíquico en general consiste en no atravesar la frontera de un proceso creativo que, aunque implique rebeldía, libertad y cierta destructividad, no debería separarse en ningún momento de la búsqueda de un sentido profundo de construcción de un mundo mejor para nosotros y para nuestros semejantes.
Grupo. Teatro social y contemporáneo
El teatro tiene además de su finalidad de entretenimiento y disfrute estético, la de estabilización y transformación del discurso social a partir de las que desde la sociología se denominan representaciones sociales. Sin duda cierto teatro incide en la cultura en dos direcciones principales: 1. Conformando parte del sistema de control y estabilización de los valores imperantes y 2. Interviniendo en la generación de transformaciones de los procesos sociales.
El teatro contemporáneo provoca la necesidad de crear sistemas de actuación y de entrenamiento actoral que no se basen fundamentalmente en la composición del personaje, sino en la acción performativa hecha no desde una supuesta composición del personaje, sino desde el propio yo del actor. No es el actor en tanto personaje quien se expresa sino el actor en cuanto él mismo. La acción deja de ser una mentira destinada a manipular al otro para obtener lo que uno necesita, sino el ejercicio de una verdad interior incierta pero construida con los otros.
Tecnologías
Según Manel Castells las nuevas revoluciones sociales se desarrollan a través de un trípode conformado por una situación de injusticia que se vuelve socialmente intolerable, la intervención de las redes sociales y un lugar público de significación simbólica (la plaza del sol en Madrid, la plaza Catalunya en Barcelona, la plaza de Tahrir en el Cairo, etc.). En el espacio psicoterapéutico grupal el locus es el grupo, la situaciones traumáticas o carenciales son los motores del cambio y las redes sociales son las que a través de las tecnologías posibilitan un espacio en el cual la fratria se abre paso ante los modelos de autoridad verticales.
Las tecnologías permite la expansión de la percepción, la actividad, la comunicación, la memoria y el procesamiento de la información. Al abordar la cuestión de los beneficios y riesgos de las nuevas tecnologías es necesario discriminar, por una lado, un uso de la tecnología producto de una situación de aislamiento y retracción frente a las dificultades que las relaciones humanas generan. Por otro lado, su uso beneficioso a partir de una relación abierta a la intersubjetividad permite la generación de un espacio no saturado de información, en el cual hay lugar para el silencio y para la creación individual y colectiva.
Los grupos de psicoterapia online constituyen nuevos recursos sobre los cuales comienzan a haber investigaciones sobre metodología y evaluación de resultados prometedores sobre todo cuando se desarrollan encuadres mixtos que combinan los presenciales con los virtuales.
Por último consideramos que el uso beneficioso o perjudicial de las tecnologías estará relacionado con la relación que se establezca entre el tipo de tecnología empleado, el tipo de grupo y la psicopatología individual o grupal de las personas conectadas por medio de la tecnología.
Conclusiones
Vivimos una época apasionante con profundas transformaciones sociales y culturales, tecnológicas, de los modelos de información y evidentemente de la necesidad de transformación de los modelos de intervención en salud mental.
El grupo es una de estas modalidades de intervención que parte de una concepción de psiquismo con un equilibrio diferente entre lo individual y lo colectivo, entre la acción y la palabra, entre la repetición y la representación performativa y entre la comunicación presencial y la comunicación mediada por tecnologías.
La creatividad en el desarrollo de estos nuevos modelos requiere un abordaje interdisciplinar que favorezca la potenciación y redefinición de teorías y técnicas aprovechando los diferentes saberes que tanto han ido evolucionando. Es deber de los profesionales de la salud mental no quedarnos fuera de estas transformaciones sino por el contrario liderar desde una posición humilde este trabajo en grupo y con el grupo.
Raúl Vaimberg. Médico Psiquiatra. Psicoanalista. Psicodramatista. Director de GRUP. Negrevernis 11, Esc. A 1º, 2ª. (08034-Barcelona). Tel. 93 2051380.
Email: rvaimberg@gmail.com / info@grup.com.es
Referencias Bibliográficas
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Moreno, J.L. 1923 Das Stegreiftheater (Teatro de la Espontaneidad). Berlin_Potsdam: Kiepenheuer Verlag.
Vaimberg, R. Psicoterapia de grupo. Psicoterapia de grupo online. Barcelona: Octaedro.
Vaimberg, R. y Lombardo, M. (2015). Psicoterapia de grupo y Psicodrama. Teoría y técnica. Barcelona: Octaedro.